Por despido disciplinario en Irun para 2021 se conoce al que se realiza desde el empresario al empleado por motivos de conducta, o actuaciones que se puedan definir como graves, y de las que se pueda deducir su culpabilidad.
Es importante destacar que para su validez han de estar referidos a hechos probados, ya que aunque es el despido más común al no acarrear indemnización alguna, es también el más recurrido con éxito por la falta de rigor en la demostración de los hechos.
Por tanto un despido disciplinario puede, y es, en la mayoría de los casos recurrido ante los tribunales; y en caso de que prosperase la demanda y el despido disciplinario decayera, el trabajador recibiría la indemnización más alta de las previstas, de lo que trataremos más adelante.
¿Qué puede motivar un despido disciplinario en Irun?
En un principio para que un despido disciplinario tenga efecto deben darse alguna de las siguientes causas
Disminución del rendimiento del trabajo continuada, y no achacable a condiciones externas
Faltas continuadas e injustificadas al puesto de trabajo.
Incorrección, indisciplina o falta de respeto a compañeros o superiores
Ataques verbales o físicos contra compañeros o jefes
Acoso de cualquier tipo, no solo sexual en el ámbito del trabajo
Deslealtad, y aprovechamiento de la buena fe del empresario en beneficio propio
Acudir bajo los efectos del alcohol u otras sustancias psicotrópicas o estupefacientes.
Y en cualquier caso dentro de la regulación del Estatuto de los trabajadores, del Convenio Colectivo de aplicación, cualquiera de las sanciones impuestas como muy graves o la acumulación de sanciones de cualquier tipo.
¿Qué procedimiento se ha de seguir para llevar a cabo un despido disciplinario?
Para que un despido disciplinario pueda considerarse como válido debe mantener una formalidad en su comunicación, y en la manera en que se clasifique.
De esta manera y atendiendo al Estatuto de los trabajadores, sin perjuicio de que el convenio colectivo de aplicación pudiera modificarlo se estable que deben darse dos pasos:
I. Comunicación fehaciente y por escrito al trabajador de su despido, con la fecha de extinción de la relación laboral, que suele ser de inmediato.
II. Comunicación a los representantes sindicales del trabajador
III. Clasificación del despido entre procedente o improcedente
El último de los puntos será el que a buen seguro podrá acarrear mayor número de discrepancias, y es ahí donde la empresa debe acreditar de forma concisa cuál es el motivo del despido disciplinario en Irun; pues de otra manera este podría declararse improcedente o nulo.
¿Tiene el trabajador derecho a cobrar para tras un despido disciplinario?
Sí, siempre que el trabajador cumpla con los requisitos suficientes de cotización, como si se tratara de cualquier otro tipo de despido, quedando en situación legal de desempleo.
Por razones evidentes si se optara, tras la declaración de nulo o improcedente, por la readmisión del trabajador este no cobraría prestación alguna.
No importa que el despido improcedente se haya decretado como válido, se cobrará el paro.
Por tanto, ¿Qué opciones tiene un trabajador frente a un despido disciplinario?
Esto dependerá de su voluntad de oposición frente al despido y las razones de su empleador, pero si lo recurre podrá ser reconocido como procedente, improcedente o nulo.
Esta reclamación que debe realizarse por vía judicial y la asistencia de un abogado especialista laboral, arrojará tres posibles casos:
- DESPIDO PROCEDENTE: el empresario consigue hacer valer sus argumentos. El trabajador no tendrá indemnización, pero sí derecho a para y al finiquito.
- DESPIDO IMPROCEDENTE: en este caso el empresario no consigue demostrar las faltas disciplinarias graves que motivan el despido, o existe un defecto en la comunicación de este. En este caso existirá una indemnización por despido, paro y finiquito.
En caso de ser el empleado representante de los trabajadores, este, podrá optar por la readmisión y el empleador tendría que correr a cargo con los salarios correspondientes al tiempo que se ha demorado el proceso.
- NULO: un despido disciplinario se puede declarar como nulo cuando el trabajador demuestra que el despido vulnera algún derecho fundamental, o atenta contra la dignidad de la persona.
En este caso el trabajador podrá reclamar volver a su puesto de trabajo, recibir los salario atrasados o de tramitación y pedir una indemnización por daños y perjuicios.
Si estás ante un despido disciplinario te preguntarás: ¿Cómo impugnar un despido disciplinario?
Pues se trata de un procedimiento judicial que debe iniciarse nunca después de 20 días hábiles de la comunicación de la empresa del despido disciplinario.
En esos 20 días tendrá que primero pasar un proceso de Acto de conciliación y posteriormente, si no se llega a un acuerdo, demandar a la empresa.
Entonces:
- Acto y papeleta de conciliación: para la papeleta necesitaremos:
o Fecha de efecto del despido, con su carta de despido correspondiente
o Vida laboral y nóminas que muestren la antigüedad en a empresa, categoría, salario, etc.
- Proceso judicial: en caso de no llegar a un acuerdo en el acto de conciliación, se llega a un juicio en el que el juez dictaminará si las razones presentadas por la empresa son motivo suficiente para el despido disciplinario.
El resultado de todo ello dará lugar a un despido disciplinario procedente, improcedente o nulo, y que en cualquier caso será recurrible.
Recordemos que el despido disciplinario es el despido más recurrente al no incurrir en gastos de indemnización, por lo que es muy importante conocer las consecuencias y los posibles recursos que podemos interponer si no estamos de acuerdo.
Si estás en situación de despido disciplinario no dudes en acudir a un abogado laboral especialista en Irun, tanto si eres el trabajador como el empresario, te podrá ayudar en todo el proceso.